Masaya nace en Caracas, Venezuela, en el año 2007 gracias a la conexión entre Vyana Preti y Ricardo Salas, ambos trabajaban en la producción de musicales. Tras escenario, entre una función y otra fueron conversando sobre cómo podrían llevar ese “caos positivo” que vivenciaban detrás de escenario con todo el elenco: Lloraban, reían, peleaban, pero al final el público de pie, aplaudía con alegría al final de cada función. Fue así como con esto en común, y uniendo la experiencia que desde niña tenía Vyana en las artes escénicas y Ricardo en el quehacer comunitario, se realizan los primeros talleres con enfoque a herramientas de facilitación y cohesión grupal.
Muy rápidamente junto con el apoyo de Cori Salas, Miguel Tatis, Marisabel Grossmann, Hernán Colina, Jorge Guzmán, Yaika Weber, Roberto Matute, Layly y Estefanía Castillo, entre otras personas, pudimos ver el gran potencial de la propuesta “masayera” para aportar con nuestro trabajo en comunidades bajo el estigma de la violencia. Y es que la segregación por vía del estereotipo, en la que se ven inmersas muchas comunidades, dificulta que otras formas de expresión existentes se desarrollen y se manifiesten. Así que decidimos colocar nuestras energías, principalmente, en estas comunidades, encontrando en el teatro una herramienta fundamental de expresión, la cual, creemos, potencializa los espacios de convivencia presentes en cualquier comunidad.
De esta forma, abrimos diversidad de espacios de formación donde junto con las personas de las comunidades fuimos jugando y creando herramientas pedagógicas teatrales que posibilitaran expresarnos en respeto a la otra persona. En este proceso fuimos identificando el poder que tenía co-construir y dejar herramientas de multiplicación (Formación de formadores).