Conexiones Empáticas ¡Nuestro 3er punto de cultura!

06/16/2022
Nos llena de emoción saber que en este 2022 estamos ejecutando la extensión del Punto de Cultura Conexiones Empáticas. Dicho punto fue ejecutado inicialmente en el 2021 con el objetivo central de fortalecer las capacidades comunicativas y pedagógicas de organizaciones socioculturales apoyadas en las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TICs) transversalizadas por un enfoque humano desde la empatía y el apoyo mutuo como medio para la sostenibilidad organizacional en tiempos de crisis.  Para lograr esto, las acciones centrales ejecutadas fueron: tres capacitaciones virtuales en temas como habilidades de facilitación, trabajo en equipo y autocuidado, más el complemento de una serie de entrevistas las cuales se pueden disfrutar por acá, en nuestro canal de YouTube. 
 
Aquí, parte de los datos recogidos al cerrar el telón de dicha historia.
 
Luego de los excelentes resultados de esta experiencia formativa, respaldado por datos como los anteriores, el Ministerio de Cultura y Juventud, nos dio la posibilidad de pedir una extensión y con ello ampliar el impacto de este proyecto. Luego de pasar el proceso de selección nos dieron la excelente noticia de que podríamos ejecutar por un año más experiencias formativas con el apoyo de fondos públicos. Ahora bien, para sacar el máximo provecho a esta extensión, nos planteamos como meta propiciar espacios de formación dinámicos y humanos bajo Metodología Masayera en los que personas integrantes de organizaciones socioculturales puedan aprender fundamentos y ejercicios basados en la Comunicación No Violenta para establecer, fortalecer, mantener, puentes de conexión empática en el trabajo. Es así como a la fecha, ya hemos cerrado el telón de dos de las tres ediciones de nuestro Curso ¿Cómo cultivar relaciones empáticas en el trabajo? combinando sesiones síncronas, con actividades asíncronas en nuestra aula virtual masayera.
 
Importante acotar, que Puntos de Cultura es un programa de estímulo gestionado por la Dirección de Gestión Sociocultural, del Ministerio de Cultura y Juventud. Como lo indican en su sitio web, desde su primera convocatoria en el año 2015, ha respaldado 153 proyectos de organizaciones y colectivos culturales, con una gran diversidad de temáticas y áreas de acción. 
 
En Asociación Masaya nos da mucho orgullo saber que hemos sido tres veces seleccionados como organización para ejecutar Puntos de Cultura, iniciando justamente en esa primera edición del 2015, con lo cual pudimos llevar al escenario el proyecto Punto Teatro que tuvo como centro crear una red de apoyo solidario entre organizaciones del ámbito sociocultural provenientes de comunidades estigmatizadas como violentas, para complementar los procesos que las organizaciones están llevando en sus comunidades ahora con nuevos conocimientos y habilidades. En esta historia pudimos impactar de manera positiva a más de 76 personas, provenientes de más de 54 organizaciones socioculturales.
Posteriormente, fuimos seleccionados por segunda ocasión, esta vez con el proyecto Removernos junto al maravilloso equipo de Colectivo R3M donde de forma mancomunada trabajamos para cerrar con éxito dicho programa teniendo como meta propiciar espacios para aprender cooperativamente con el uso activo de nuestros cuerpos, a través de herramientas de la danza, el teatro y de metodologías participativas como medio para posibilitar una mejor convivencia en la comunidad educativa de la Escuela Inglaterra.
 
¿Es casualidad que seguimos gestionando con éxito fondos públicos de instituciones como el Ministerio de Cultura y Juventud? No, para nada, se debe a que desde las acciones concretas evidenciamos con nuestro quehacer profesionalismo y seriedad a través de procesos estandarizados, medibles y escalables basados en nuestra Metodología Masayera que fusiona herramientas del teatro, con el  aprendizaje cooperativo  como filosofía de vida, dándonos una invitación a educar desde el sentir. 
 
Aquí seguimos, día con día, posibilitando relaciones humanas más empáticas y solidarias. 
 

Por Ricardo Salas Correa