10 años aprendiendo juntos

01/01/2018

El pasado 2017 fue un año muy especial ya que fueron 12 meses de nuevos retos con una especial celebración: el 15 de noviembre cumplimos 10 años de estar masayando, así es, fue por allá en el 2007 donde en Caracas, Venezuela, se inició esta historia que aún no para, así como la celebración, puesto que aún estamos de fiesta con la preparación de algunas sorpresas que queremos regalarnos a todas las personas que, de una u otra manera, son parte de tejido de las redes masayeras.

Por otra parte, uno de los datos a resaltar del pasado año es que logramos trabajar con más de 1.000 personas en diferentes comunidades de toda Costa Rica, y logramos dar un paso más hacia la consolidación del modelo de negocio de nuestra Asociación. A continuación, las acciones más relevantes que coproducimos en el 2017:

2016, un año intenso de aprendizajes

Es un disfrute saber que lo que se va a escribir en este texto, es el resumen un año más de esta Masaya que no para de moverse, crecer y aprender. Y este es un año muy especial, no solo por ser el número 10, (sí, una década de hacer lo que nos apasiona hacer: posibilitar mejores formas de relacionarnos a través de procesos basados en metodologías participativas y herramientas teatrales), sino también porque el año pasado significó 12 meses de muchos aprendizajes que permitieron que nuestra organización diera pasos importantes para consolidarse como una asociación que cada vez toma más en serio esto de aprender disfrutando y a la vez ir consolidando procesos sostenibles en el tiempo y con mayor foco e impacto.

Iniciamos ese 2016, con mucha ilusión de saber que al tener equipo nuevo -estaríamos 4 masayerxs en Costa Rica y 1 masayera en Brasil- concretaríamos un lugar nuevo, que nos posibilitó estar en una oficina más grande, bien ubicada -en el centro de San José-, y con la posibilidad de contar con otro espacio complementario para actividades con grupos grandes, lo cual fue de gran importancia para lo logrado. Sumado a esto, estábamos con la alegría de saber que continuaríamos trabajando con el financiamiento dado por Proartes, Ministerio de cultura, para darle continuidad a nuestro querido Taller Permanente de Teatro de Paz junto a Las Voces del Viento de La Carpio, (Donde hicimos un documental y cortometraje J ), así como ejecutar el Punto de CulturaPunto Teatro que con mucho esfuerzo habíamos ganado en el 2015 y que nos permitió multiplicar las redes solidarias de las que formamos parte. 

A partes de estos dos proyectos, y muchos cambios positivos, realizamos otras actividades importantes en el pasado año, como lo fue concretar el piloto de Actuando en Común-Unidad junto con el equipo de la Estrategia Yo Me Apunto, del Ministerio de Educación Pública. Con este piloto nos fuimos de gira por todo el país realizando este taller en 10 colegios distintos. Fue un reto de mucho sabor, que nos permitió en muy poco tiempo, seguir sistematizando nuestro trabajo, así como seguir fortaleciendo la calidad de los procesos que hacemos junto a las personas que hacen parte de estas historias centradas sea en Formación de Formadores o Participación Ciudadana.

También realizamos otra experiencia que fue prácticamente un antes y un después de nuestro trabajo, y fue ser parte del equipo técnico que llevó a cabo parte importante de las actividades de Espacios de Dulzura, (Ciudad Dulce) con la Municipalidad de Curridabat. En esta experiencia agradecimos enormemente a Toño Salas (Yuso Proyecto) y Erick Calderón (Tándem Arquitectura) así como a todo el equipo involucrado en esta intensa historia, donde en menos de 4 meses trabajamos más de 100 horas de taller, junto a más de 20 comunidades en pro de diseñar juntos mejoras en el lugar que habitan.

Como otras historias que realizamos en este gran año estuvieron el iniciar relaciones con unos nuevos amigos y amigas del equipo del Colegio Salesiano con los cuales realizamos varios talleres que no tuvieron desperdicios y que en este 2017 esperamos seguir aprendiendo cooperativamente. También pudimos volver s trabajar con nuestros grandes amigos y amigas de FUPROVI -quienes han creído en nuestro trabajo desde que iniciamos en CR-. Igualmente, realizamos un largo proceso de participación ciudadana junto a Tándem y el resto del equipo técnico, con la comunidad de Barrio Escalante.

Y de remate, como si ya no lo anterior no fuese mucho la intensidad, en este 2016 logramos concretar un sueño que venía siendo pensado desde el mediados de 2014, y fue el Festival Internacional Comunitario Conviviendo Sin Fronteras, La Carpio, que nos dejó muchísimas cosas hermosas, incluyendo las ganas de concretar la edición dos de este festival autogestionado en Belo Horizonte, diciembre 2018. Allá estaremos para seguir abriendo espacios de diálogo como éste.

Sin duda cada una de estas experiencias nos permitieron seguir creciendo, con errores, conflictos, aciertos, y disfrutes, que nos van haciendo cada vez más una organización que cree en lo que hace y sigue día a día mejorando sus procesos, y con esto poco a poco acércanos a nuestro anhelado punto de equilibrio, que esperamos en este 2017 poder lograr con el apoyo de esta gran de red solidaria que hemos venido tejiendo desde el 2007.

2017 vamos con todo